Describir a mi profesor ideal es muy difícil. Desde
luego, sé que no existe. Desde mi punto de vista, la perfección es subjetiva,
lo que a mí me parezca estupendo a otra persona puede que no. Pero, ¿qué mejor
que la imperfección para poder mejorar,
ir haciéndose conforme creas conveniente?
Centrándome en mi profesor ideal podría decir que
sea hombre o mujer me resulta indiferente. Desde luego, sincero, con cierto
punto de atrevimiento, conquistador, amable, y con una chispa de gracia. Sea
cual sea, eso no me importa. Me da igual que sea de contar anécdotas, o de
sacarme los colores.
Mi profesor ideal tiene que poder sacar lo mejor de
mí a base de hacerme trabajar constantemente, comprometerme para mejorar y
esforzarme, y desde luego, que su pasión por enseñar se transmita constantemente
ya bien sea explicando un concepto/tema, o transmitiendo su afecto hacia el
aprendiz.
En mi vida he conocido a muchos y diferentes
profesores, algunos me han gustado más que otros, pero como he dicho al
principio, de momento no he conocido a mi profesor ideal. ¿Lo conoceré? No
creo, puesto que espero poder ayudar a esa persona para que se convierta en
mejor todavía hasta acercarse a la “perfección”.
¡Me ha encantado la sinceridad de tu redacción Ana!
ResponderEliminarEstoy convencida de que seguro que tu serás "perfecta" para tus futuros niños.
¡Muchas gracias Cris!
Eliminar